EL VERBO TRANSPARENTE
Érase un símbolo
prendido a ninguna carne
y una lengua suspendida
sobre el eje de la llama,
érase la nada
concentrada en la palabra sin eco,
era la noche
y en el hálito del Verbo
no tiemblan si duermen
las constelaciones. Érase el sueño
de una mano que toca y no toca
la luz era la llaga.
Alfa
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